“Postales de Manhattan”, de Enrique Lihn (de Al bello aparecer de este lucero)





1

Las excitantes vitrinas de la Avenida Madison
maniquíes calvos que modelan con los vestidos
y los gestos más sofisticados
te citan sin saberlo
en su increíble ignorancia




2

No olvides que soy tu corruptor
Pesas y mides lo que algún maniquí calvo de Madison Ave.
tus tobillos son lo que las muñecas de otras
y tus muñecas caben en un anillo formado por el
pulgar y el índice
Pero de tu belleza sin peso ni medida
falta aquí toda información
porque ninguna, obviamente, la iguala
El corruptor incorruptible
en este punto, tiene la palabra.




3

Buscando un poco de tu cara entre las bellezas de Manhattan
que te citan con la imprecisión a la que tienen derecho
(la ciudad no es pródiga en estos maniquíes vivientes)
soy algo así como el autor de una fórmula
que se siente insuperable
y víctima incomprendida de los plagiarios
condenado a la oscuridad mientras no te declare
¿y a quién y cómo
si no estás hecha, como este poema, de palabras?




4

Busco una aguja en un pajar
a una belleza, en Nueva York, que se parezca a la tuya
Indiferente, por ahora, al juego de las diferencias
al espejo de tu cara en el laberinto de las otras.




5

Harta irrealidad había ya en todo esto
como para que agregáramos, entre nosotros
tamaña distancia
Bajo la nieve, en Manhattan
repito tu nombre y no te conjuro
lo callo y no te exorcizo.




6

Mi incompatibilidad con la máquina
mi incapacidad para leer, incluso en mi propio idioma,
cualesquiera instrucciones
en suma, mi torpeza
ha malogrado todas las fotografías que te tomé
en el zoológico
Ya nunca estarás allí a mediados de enero del remoto
año en curso
ni siquiera en imagen
posando para la condenada Cannon, de espaldas a
monos y elefantes
o aislada en un banco (de piedra) como en un banco
de arena (artificial) algunas de esas aves
acuáticas
que parecen artistas de cine
Ni interpretamos tú y yo esa película muda en doce
tomas recíprocas
Tú en tu amplio vestido tejido del color de tu piel
tú como gacela de Salomón
y yo como el estúpido que malogró esas maravillas.




7

Tú y yo no somos más que palabras
Nuestros nombres no le dicen nada a nadie
identidad ilusoria de cada cual
Es la especie eterna la que nos ofrece la oportunidad
del amor
valiéndose, casualmente, de nuestros cuerpos
Se lo agradeceríamos si un protocolo así
tuviera el menor sentido
Mejor callar
olvidados de las formas pronominales
como de meros espejismos lingüísticos.




8

A la pinta


No te involucres
en la frivolidad con que te pinto
Es cosa mía, hazme el favor.




9

La mar de tiempo


No hace un mes que estuvimos allí
en un viaje secreto
Cuando cosas así pasan
mar y tiempo se unen por la partícula de
y la perfección del secreto borra lo que éste guarda




10

Los comandos organizados para tomar por asalto
la mentalidad burguesa
revolucionan la historia pero no cambian la vida
que aburguesa a la más cruenta de las revoluciones
Estas entregan a sus líderes y a sus comparsas
el poder del capital
más el aura –versión burguesa del Misterio-
Las alteraciones, en profundidad, de la vida
nunca dejan de ser superficiales.




11

He sido víctima de un sistema político
Los celos que enceguecieron a mi rival lo han
convertido en un agente de Seguridad.




12

Zoología y religión la llave y la cerradura
están en perfecto acuerdo
en lo tocante a la conservación de la sociedad humana
zoológicamente burguesa
Lo demás: libertad de desfacer los sagrados vínculos
los derechos del corazón y la ilegalidad del divorcio
cosas son que el Orden desbarata a patadas.





en Al bello aparecer de este lucero, 1983


daniel rojas pachas

No hay comentarios:

Publicar un comentario